
Siéntate en una postura de meditación cómoda.
Asegúrate de que la columna vertebral está erguida y el cuerpo relajado. El cuerpo debe quedar absolutamente quieto.
Al cabo de unos minutos, empieza a tomar conciencia de la respiración en las fosas nasales.
Al inspirar, toda la conciencia debe fluir con la respiración desde la punta de la nariz hasta el centro de las cejas.
Al espirar, toda tu conciencia debe fluir con la respiración desde el centro de las cejas hasta la punta de la nariz.
Toma conciencia de la forma triangular de la respiración entre las fosas nasales y el centro de las cejas. La base del triángulo está a la altura del labio superior, sus lados son los conductos nasales derecho e izquierdo, y su vértice está en el centro de las cejas.
Primero, siente la respiración entrando y saliendo por la fosa nasal izquierda, y luego por la derecha.
A continuación, toma conciencia de la respiración cuando entra y sale por ambas fosas nasales a la vez.
Una vez que te hayas establecido en esta conciencia de la respiración, comienza a alternar conscientemente el flujo de la respiración entre las dos fosas nasales.
Inhala conscientemente por la fosa nasal izquierda y exhala por la derecha, luego inhala por la derecha y exhala por la izquierda.
Esta es una ronda de anuloma viloma o nadi shodhana mental.
Completa 4 rondas.
Al principio, las rondas se pueden contar de la siguiente manera:
1 – inhalar la fosa nasal izquierda, exhalar la fosa nasal derecha; inhalar la fosa nasal derecha, exhalar la fosa nasal izquierda,
2 – repetir,
3 – repetir,
4 – repetir,
5 – inhalar ambas fosas nasales, exhalar ambas fosas nasales, y así sucesivamente.
Después de un poco de práctica, las rondas pueden contarse de 100 a cero de la siguiente manera:
100 – inhalar la fosa nasal izquierda, exhalar la fosa nasal derecha; inhalar la fosa nasal derecha, exhalar la fosa nasal izquierda,
99 – repetir,
98 – repetir,
97 – repetir,
96 – inhalar ambas fosas nasales, exhalar ambas fosas nasales, etc.
Nota: Es muy importante llevar la cuenta de las respiraciones , y si se comete un error, la práctica debe recomenzar desde 100.
El objetivo de la práctica es estimular el chakra ajna en el nivel subconsciente, psíquico, y para ello hay que mantener la conciencia. Esta conciencia es esencial para el desarrollo del control mental y también para el despertar del chakra ajna a la accesibilidad consciente. Esta práctica también puede integrarse muy bien en el yoga nidra.
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